Uno de los aparatos eléctricos que está más sometido a la humedad es la lavadora, y por esta razón es muy probable que se produzca moho en su interior o en ciertos componentes: como el tambor, el cajetín del detergente o la goma de la lavadora. Esta última, en efecto, es uno de los lugares que desarrolla más suciedad en la lavadora. El detergente, los continuos lavados y la falta de ventilación. Son causas fundamentales para que se almacenen los residuos y surjan las terribles y perjudiciales manchas de humedad.
Debemos llevar a cabo una buena y efectiva limpieza de la lavadora. Entre otras cosas porque nos arriesgamos a que ésta se dañe antes. También a que esos deshechos pasen de alguna manera a las prendas y básicamente esto genere un mal olor que penetre en nuestra ropa que lavamos en su interior.
Mejores tips para mantener limpia tu lavadora
Para prevenir que ocurra lo dicho anteriormente en este electrodoméstico, te vamos a mostrar unos sencillos trucos caseros que nos van a permitir conservar nuestra lavadora libre de moho y de humedad:
- Después de cada lavado debemos pasar un pasar un paño limpio y seco por la goma de la lavadora.
- Cada vez que usemos la lavadora, una vez finalizado el lavado, dejar la puerta del tambor abierta.
No obstante, aun cuando ponemos en práctica estos trucos, es frecuente que la goma de la lavadora se presente con manchas y con tonos oscuros, ya que es uno de los puntos donde más concretamente se acumula la suciedad. Si esto ocurre, puedes elegir acabar de forma inmediata esa suciedad con algún
limpiador antigrasa. Estos artículos son muy eficaces para terminar con esa acumulación de residuos, por otra parte, es muy dañino con la goma y podría llegar a estropearla en poco tiempo.
Por consiguiente, si quieres prevenir tener problemas, lo ideal es emplear un truco casero para lograr que la goma de la lavadora no vuelva a ser foco de hongos y bacterias y devolverle su blancura. A continuación te damos la receta de este limpiador blanqueador casero y natural:
- 50 ml de vinagre blanco
- 250 ml de agua
- 1 cucharada de bicarbonato
Como debes limpiar la goma de la lavadora
Para terminar con todos los residuos que están en la goma de la lavadora, lo primero que has de hacer es asegúrate de que no hay ningún objeto que pueda haber quedado atascado en su interior, como puede ser una moneda, un calcetín o un pañuelo.
Después, pásale un paño húmedo para sacar en todo lo posible la mugre, seguidamente, usamos el blanqueador casero. Moja el paño en la mezcla y debes pasarlo por el interior de la goma de la lavadora, o si lo prefieres pones la mezcla en un pulverizador y rocías el interior de la goma hasta que esté bien empapada. Deja actuar unos minutos y, a continuación, frota con una esponja o paño para arrastrar toda la suciedad, una vez hecho esto, pasa un paño mojado para aclarar y, después, uno seco para que no dejar nada de humedad en la lavadora.
Si tu electrodoméstico no solo tiene suciedad, sino que además se creó moho en la goma de la lavadora y no desaparece con nada, puedes emplear otro truco casero de limpieza para eliminar esas manchas negras en donde se juntan los hongos, las bacterias y la suciedad, que originan el mal olor que luego pasa a tu ropa. Este tip es muy sencillo y fácil de aplicar: con productos naturales prepara otro limpiador blanqueante que terminará con el moho poco a poco. Ingredientes:
- 3 litros de agua
- 60 ml de zumo de limón
- 250 ml de agua oxigenada
El método es muy fácil: limpia la goma de la lavadora como hemos dicho anteriormente (trapo húmedo y esponja para arrastrar toda la suciedad) y pon una buena parte de la mezcla en el interior de la goma. Dejaremos que actué unos minutos para que desprenda el moho, después de un rato, retiramos el producto y secamos muy bien con un trapo limpio.
Podemos utilizar esta misma mezcla para limpiar el cajetín y el tambor de la lavadora. La colocamos donde va el detergente y programamos un ciclo largo de lavado con temperatura. Una vez finalice, hay que secar bien la goma de la lavadora y el tambor. Y no olvides dejar la puerta abierta. Si te habitúas a dejarla así después de cada lavado, previenes que se acumule la humedad en su interior y, de ese modo, puedes evitar problemas en el futuro.